jueves, 25 de enero de 2018

LEYES DE LA COMPOSICIÓN



En fotografía tratan de ayudarnos y aconsejarnos para lograr imágenes equilibradas y con un punto de interés marcado que capte la atención de aquel que las está observando.


Como ya sabrás, el equilibrio se puede lograr de muchas maneras, ya sea jugando con el peso visual o con los colores, entre otros. A continuación, te dejo algunas de las reglas que te ayudarán a conseguir dicho equilibrio:


Regla de los tercios

La regla de los tercios es una de las normas de composición más famosas y usadas.

La regla de los tercios es una de las técnicas compositivas más útiles en fotografía. Esto se debe a que puede aplicarse a cualquier tipo de foto para producir imágenes bien equilibradas y que atraigan la atención.



Componer según la regla de los tercios implica dividir mentalmente la imagen en 3 partes iguales. Para ello colocaremos en ese cuadro dos líneas imaginarias equidistantes. Tanto verticales como horizontales. Con esto conseguiremos cuatro puntos en los que las líneas coincidirán que son los llamados Puntos Fuertes o Principales de la imagen.




La regla de los tercios se basa en que una composición en la que los elementos estén alejados del centro es más placentera para el ojo y parece más natural que una en la que el objeto o sujeto está colocado justo en medio del cuadro.



Por esto, las imágenes resultarán más armónicas y ordenadas en cuanto a su composición si colocamos los elementos importantes en los puntos fuertes o principales. Esto hará que el peso visual aumente y toda la fotografía esté más equilibrada. El resto de los elementos de la escena pueden ir en los restantes puntos fuertes.



¿Cómo usar la regla de los tercios?

Cuando estemos ante una escena que queramos fotografiar debemos imaginar las líneas que dividen el cuadro en tres y cómo quedará lo que tenemos delante divididos en esas partes. Ahora, debemos evaluar cuáles son los elementos más importantes que tenemos delante e intentar colocarlos lo más cerca posible de las intersecciones que ha formado la cuadrícula.



- En paisajes se recomienda colocar el horizonte en una de esas líneas divisorias. De este modo evitaremos la sensación de partir en dos la imagen al situar el horizonte justo en medio de la imagen.

- En cuanto a los retratos, lo mejor es posicionar a la gente en uno de los lados del cuadro y dejar lo que llamamos Aire al otro lado. Esto está directamente relacionado con la Ley de la Mirada.


Cuando los retratos son primeros planos se recomienda situar los ojos en alguno de los puntos fuertes mencionados.


Regla de la mirada

La ley de la mirada fija la posición en la que debe encontrarse el objeto en función de la dirección en la que mira. Con este sencillo truco tus fotografías de retratos ganarán mucho más fuerza.

La ley de la mirada nos dice que el sujeto de la fotografía siempre debe de tener más espacio hacia la parte de la foto que dirige la mirada, es decir, cuando fotografiamos a alguien que mira en una determinada dirección, debemos dejar más espacio libre en la dirección a la que dirige su mirada que a la parte de atrás, esto le da mayor dinamismo a la fotografía.



Esta ley también puede ser utilizada con  otros sujetos como animales o cualquier otra cosa susceptible de tener una dirección hacia la que ha de respirar más, (entendiendo que respirar es por tener oxígeno, algunos fotógrafos llaman oxígeno al espacio que existe en la fotografía).

Sin embargo, más que una ley de composición debe tomarse como una herramienta de apoyo a nuestra técnica de composición fotográfica, y no como una normativa a seguir en cada una de nuestras fotos.



El encuadre fotográfico

 El ojo humano observa un espacio sin límites pero en la cámara el encuadre está limitado por cuatro lados. Por lo tanto, es necesario elegir lo que se quiere incluir y lo que vamos a excluir dentro de ese marco fotográfico, es decir dentro de nuestro fotograma. A esta elección se le llama Encuadrar una fotografía.



Los bordes de la imagen son tan importantes como la imagen en sí misma a la hora de componer una foto. Los márgenes de la imagen no sólo apoyan la composición sino que pueden ser la referencia para la orientación de otras líneas dentro de ellos. Por ejemplo, rotando el encuadre, nosotros podemos transformar un tranquilo horizonte en una diagonal que le dé dinamismo a la imagen y una sensación de desequilibrio y confusión.


Los objetos y las formas de una escena pueden ser usados como un cuadro natural dentro de una imagen. Esta técnica de encuadre consiste en enmarcar determinada parte de la escena con los elementos que tenemos en la misma. Un puente, una ventana, un espejo, etc. En nuestro día a día encontramos infinidad de cosas que pueden servirnos de marco natural.



En cuanto a la dirección y al formato del encuadre podemos decir que éstos pueden ser, horizontales, verticales, cuadrados o panorámicos.

El encuadre horizontal es también conocido como formato apaisado y es el más habitual. Esto es porque es la posición natural de la cámara de fotos y porque parece que la visión horizontal es la que más se acerca a nuestra manera cotidiana de ver el mundo.


Transmite sensación de estabilidad y dirección dándole énfasis al horizonte.

En el ámbito de la composición, la línea central vertical de un formato horizontal es considerada como "zona peligrosa" ya que puede dividir la imagen en dos y parecerá que tiene dos partes si no es la intención del fotógrafo y no ha cuidado los detalles a ambos lados.


El encuadre vertical es menos frecuente en fotografía de paisaje y mucho más común en retratos, especialmente en los de medio cuerpo. El formato vertical da énfasis a las líneas o los planos verticales y exagera la profundidad del primer plano y el fondo de la foto.


El formato vertical suele tener líneas que atraviesan el cuadro en diagonal de manera más pronunciada porque los ángulos de la fotografía son, con frecuencia, más marcados.

El formato cuadrado había caído en desuso con la casi desaparición de la fotografía Polaroid y de medio formato pero en la actualidad, aplicaciones para móvil como Instagram han hecho que vuelva a estar de moda.


El encuadre panorámico permite ver una parte de la escena mucho más amplia. Es usado con más frecuencia en fotografía de paisajes.

Diagonales en fotografía 

Es una técnica de composición que nos perite dar historias y decir mucho con un simple consejo.

Un consejo para la composición de fotografías es imaginarnos diagonales cruzando nuestro espacio a fotografiar. Estas deben cruzar la imagen desde 1/3 en la parte baja o alta de nuestros márgenes laterales.


En general si la diagonal va desde la parte inferior del lado izquierdo hacia la superior del lado derecho genera una sensación de que el sujeto u objeto fotografiado está dejando la foto, mientras que si va desde el lado inferior derecho al superior izquierdo, genera un efecto de que el objeto está entrando en la foto.

De este modo podemos crear ciertos efectos y hacer que nuestras fotos cuenten historias.


El centro de interés  

El centro de interés es el elemento que más destaca, o que se quiere destacar, en una fotografía.

Por tanto, antes de hacer la foto tenemos que saber qué es lo que queremos captar. Cada fotografía tiene (o debería tener) un centro de interés, es decir, un motivo ¿De qué es la foto? ¿Qué hemos querido mostrar? Se ha de evitar que la mirada del observador se disperse por toda la imagen.

Aunque se denomine “centro”, el centro de interés no tiene que ser necesariamente el objeto que esté en el centro de la foto ni el que ocupa la mayor parte de la imagen.

Es la primera regla de una buena composición, ya que es la más importante, y muchas de las que veremos son simplemente elementos compositivos que nos ayudan y guían hacia el centro de interés.

El centro de interés es la figura alrededor de la cual gravitan los demás elementos de la composición y armonizan con la misma. Es el protagonista de la imagen, y esta puede ser una persona, un animal, un edificio, etc.....

En las composiciones complicadas, el centro de interés puede estar en las formas básicas del conjunto o en una parte de la escena y cualquier motivo que coincida con las intersecciones de la regla de los tercios (ya hablaremos más adelante), llamará poderosamente la atención. Es decir, existen disposiciones en el formato de la foto que de por si despiertan un cierto de interés, por tanto cuando lo colocamos en esos puntos, estamos reforzando el centro de interés.

El que lee la foto ha de identificar inmediatamente el centro de interés por lo que ha de evitarse que un elevado número de elementos compitan por atraer la atención del espectador.

En una foto con fuerza, el tema debe dominar la imagen. Si el tema tiene fuerza, los ojos del espectador pueden explorar otras áreas de la imagen, pero siempre volverán inevitablemente al tema.

Existen muchos recursos para destacar el centro de interés, siendo uno de ellos la iluminación, la hora que escojamos para hacer la foto, y en definitiva todas las reglas que veremos a continuación van precisamente encaminadas a que nuestras fotos impacten, que en definitiva es lo que hace a una foto ser interesante.





Simetría

¿Que es la simetría?   



Aplicándola a nuestras fotografías, la simetría nos permite composiciones perfectamente equilibradas, y se consigue cuando ambos lados de la imagen tienen el mismo peso, lo que nos va a generar una sensación de unanimidad y armonía.

La simetría se aplica a muchas materias, desde las matemáticas, la geometría o la física entre otros, aunque a nosotros, por supuesto, nos interesa su aplicación a la fotografía.



Aunque puede que en alguna de tus fotos te hayas llevado por casualidad una composición simétrica, no es lo habitual. La simetría en fotografía hay que buscarla muy bien, y deberemos estar alerta a los patrones que tengamos a nuestro alrededor para poder conseguirla.

Normalmente, donde más simetrías encontrarás es en la arquitectura (techos, fachadas, puertas, ventanas, rascacielos, etc.). En otros ámbitos como en la naturaleza no suelen abundar demasiado y son más difíciles de localizar, pero si las encuentras, tus fotografías pueden llegar a ser sorprendentes.

Tipos de Simetrías
Cuando pensamos en simetría nos vienen a la cabeza imágenes como un paisaje con su perfecto reflejo especular en el agua, o las escaleras perfectamente simétricas de una estación de metro. Y efectivamente, un tipo de simetría es este, pero no es el único. Veamos a continuación los diferentes tipos de simetría que podemos aplicar en fotografía.

1. Simetría de Reflexión



Cuando hablamos de simetría de reflexión, lo mejor para describirlo es la reflexión que produce un espejo. ¿Te acuerdas de cuando te explicábamos qué eran los reflejos especulares y cómo sacarles partido? Pues en este caso, si aplicamos la regla compositiva de la simetría a esos reflejos, tendríamos lo que llamaríamos un ejemplo de simetría de reflexión.

Si dividiéramos el encuadre con una línea, ya sea vertical u horizontal, cada punto o característica de una de esas partes lo encontraremos de la misma manera y en la misma posición en la otra, al otro lado del eje. Aunque si bien es cierto que puede que haya elementos que no sean del todo exactos, la gran mayoría sí que se encontrarán en ambas partes.



Lo importante es que cada uno de esos puntos simétricos de una parte y otra estarán situados sobre la misma línea, a la misma distancia del eje de simetría en direcciones opuestas y tendrán el mismo tamaño.

2. Simetría Rotacional

Imagina un punto en el centro, y todos los patrones que hay a su alrededor girando sobre el. Ese punto sería el origen sobre el que gira el resto de la imagen en simetría. Pero más que explicarlo, esto se entiende mejor con una imagen.



3. Simetría Traslacional

La simetría de traslación es cuando tenemos una fotografía que contiene un patrón infinito, de tal forma que podríamos deslizar el objeto que aparece en la toma a lo largo del plano.

En este caso la imagen no se refleja, ni gira alrededor de un eje, sino que más bien es como si se multiplicara el objeto que aparece en ella, como ocurre por ejemplo con la siguiente fotografía.



4. Simetría de Reflexión de Desplazamiento

Cuando hablamos de esta simetría aunamos conceptos, ya que sería como el primer tipo de simetría que hemos visto (el de reflexión), pero además desplazando ese reflejo respecto a su referente. ¿Suena complicado, verdad? Pues veámoslo con una imagen mejor.


En esta fotografía vemos unas huellas, que se corresponderían con el reflejo de la persona (a pesar de que no la vemos), y también observamos que esas huellas se han ido desplazando a lo largo de un eje.

Descubriendo la Simetría Dinámica


La simetría Dinámica es una alternativa a la regla de los tercios y la proporción áurea, que nos permite calcular los puntos en los que situar el centro de interés para facilitar la atracción de las imágenes.

Para calcularlos, deberemos trazar diagonales imaginarias en nuestra foto siguiendo el siguiente esquema:


- Primero trazamos una diagonal que recorra la foto.
- Luego trazamos una recta diagonal que recorra la foto partiendo de uno de los vértices y formando un ángulo de 90 grados sobre la diagonal.
- La intersección de las dos rectas es uno de los puntos de interés, y si trazamos la recta desde el otro vértice obtendremos el segundo punto.

Al igual que la regla de los tercios, podemos sacar hasta cuatro puntos, y eso lo conseguiremos obteniendo la otra diagonal y repitiendo el mismo proceso.


Paginas de búsqueda:
- http://www.fotonostra.com/fotografia/reglatrestercios.htm.
- https://www.fotografiaesencial.com/blog/2013/04/24/sabes-que-es-la-ley-de-la-mirada/.
- http://www.fotonostra.com/fotografia/encuadre.htm.
- http://olympusmaniacos.blogspot.com.co/2009/01/composicin-fotografica-regla-1-el_20.html
- https://www.dzoom.org.es/simetria-composicion/
















lunes, 8 de enero de 2018

EDITORIAL

¿Que es el diseño editorial?




El Diseño Editorial es la estructura y composición que forma a libros, revistas, periódicos, catálogos, caratulas, volantes, afiches, entre otros. Es la rama del diseño que se enfoca de manera especializada en la estética y diseño del interior como el exterior de textos. Decimos especializada porque cada tipo de publicación tiene necesidades de comunicación particulares.

Hay un tipo de diseño único para cada tipo de publicación, por lo cual se requiere de profesionales capaces de alcanzar un equilibrio simétrico entre el texto y la parte gráfica, cada tipo de publicación tiene sus especificaciones desde lo estético hasta el contenido, derivadas de los objetivos editoriales y según a que tipo de público va dirigida la publicación (aspectos sociales, culturales y de género).

El diseño editorial requiere destreza y conocimiento de los elementos que conforman una buena vista para cualquier publicación.

Elementos del diseño editorial

Para dominar en el diseño editorial es necesario conocer los elementos que conforman a una publicación porque, en la medida en que los sepas colocar adecuadamente, mayor será el éxito de cualquier proyecto que emprendas en este rubro de la creatividad visual.

1.- Portada, cubierta o primera de forros
Contiene la información primordial, el título, el nombre del autor y la casa editorial. Incluye la identidad visual, logotipos y tipografías característicos de la publicación.
2.- Segunda y tercera de forros
Son las hojas en blanco que se encuentran inmediatamente después de la portada y antes de la contraportada, pueden contener los datos legales o técnicos de la publicación.
3.- Contraportada o cuarta de forros
En el caso de libro, incluye reseñas con información de la publicación o del autor y algunas de sus obras. Cuando se trata de ediciones periódicos suele contener publicidad o incluso alguna extensión de la información de la portada.
3.- Portadilla:
Contiene, a manera de refrendo, la misma información de la portada del libro.

4.- Prólogo
Introducción al contenido del libro, aporte o acotación de otro autor a la obra.
5.- Índice
Presenta de manera esquemática el contenido de la publicación especificando página y sección en que se encuentran
6.- La sobrecubierta
Una especie de protección para la edición que puede contener información extra acerca del libro, el autor o la colección a la que pertenece. Cuando se trata de ediciones periódicas, contiene alguna extensión del contenido de la edición.
7.- Lomo
Une todas las hojas de la edición, contiene información sobre la publicación que puede incluir, título, autor, número de edición y fecha, entre otros datos.

 Familias tipográficas

Tipo es igual al modelo o diseño de una letra determinada.

Tipografía es el arte y la técnica de crear y componer tipos para comunicar un mensaje. También se ocupa del estudio y clasificación de las distintas fuentes tipográficas.

Fuente tipográfica es la que se define como estilo o apariencia de un grupo completo de caracteres, números y signos, regidos por unas características comunes.

Familia tipográfica, en tipografía, significa un conjunto de tipos basado en una misma fuente, con algunas variaciones, tales, como por ejemplo, en el grosor y anchura, pero manteniendo características comunes. Los miembros que integran una familia se parecen entre sí pero tienen rasgos propios.

Existen multitud de familias tipográficas. Algunas de ellas tienen más de quinientos años, otras surgieron en la gran explosión creativa de los siglos XIX y XX, otras son el resultado de la aplicación de los ordenadores a la imprenta y al diseño gráfico digital y otras han sido creadas explícitamente para su presentación en la pantalla de los monitores, impulsadas en gran parte por la web.
Unas y otras conviven y son usadas sin establecer diferencias de tiempo, por lo que es necesario establecer una clasificación que nos permita agrupar aquellas fuentes que tienen características similares.

Son muchos los intentos por lograr agrupar las formas tipográficas en conjuntos que reúnan ciertas condiciones de igualdad. Generalmente están basados en la fecha de creación, en sus orígenes dentro de las vertientes artísticas por las que fueron influenciadas o en criterios morfológicos.
Los sistemas de clasificación de fuentes más aceptados son:

Clasificación de Maximilien Vox (1954)
Divide las familias en:
Humanas
Garaldas
Reales
Didonas
Mecanos
Lineales
Incisas
Scriptas
Manuales

Clasificación de Robert Bringhurst
Divide las fuentes en:
Renacentistas
Barrocas
Neoclásicas
Románticas
Realistas
Modernistas geométricas
Modernistas líricas
Posmodernistas

Clasificaciones ATypI
La ATYPI (Asociación Tipográfica Internacional, http://www.atypi.org/), con objeto de establecer una clasificación general de las familias tipográficas, realizó en 1964 una adaptación de la clasificación de Maximilien Vox, conocida comoVOX-ATypI.

 


Esta clasificación está relacionada también con la evolución de las familias tipográficas a lo largo de la historia, aunque modifica ciertos elementos de la clasificación de VOX.



Otra clasificación de fuentes de la ATypI, evolución de la anterior, es la basada en la agrupación de fuentes por características comunes, normalizada con el nombre DIN 16518.

Divide las familias tipográficas en los siguientes grupos:



Romanas

Formado por fuentes que muestran influencias de la escritura manual, en concreto de la caligrafía humanista del s. XV, y también de la tradición lapidaria romana, donde los pies de las letras se tallaban para evitar que la piedra saltase en los ángulos.

Las fuentes Romanas son regulares, tienen una gran armonía de proporciones, presentan un fuerte contraste entre elementos rectos y curvos y sus remates les proporcionan un alto grado de legibilidad.


Las Romanas se dividen cinco grupos fundamentales:

Antiguas: también llamadas Garaldas (por Garamond), aparecen a fines del siglo XVI en Francia, a partir de los grabados de Grifo para Aldo Manuzio. Se caracterizan por la desigualdad de espesor en el asta dentro de una misma letra, por la modulación de la misma y por la forma triangular y cóncava del remate, con discretas puntas cuadradas. Su contraste es sutil, su modulación pronunciada, cercana a la caligrafía, y su trazo presenta un mediano contraste entre finos y gruesos. Entre ellas destacan las fuentes Garamond, Caslon, Century Oldstyle, Goudy, Times New Roman y Palatino.

De Transición: se manifiestan en el siglo XVIII y muestran la transición entre los tipos romanos antiguos y los modernos, con marcada tendencia a modular más las astas y a contrastarlas con los remates, que dejan la forma triangular para adoptar la cóncava o la horizontal, presentando una gran variación entre trazos. Esta evolución se verificó, principalmente, a finales del siglo XVII y hasta mediados del XVIII, por obra de Grandjean, Fournier y Baskerville. Ejemplos de este grupo son las fuentes Baskerville y Caledonia.

Modernas: aparecen a mediados del siglo XVIII, creadas por Didot, reflejando las mejoras de la imprenta. Su característica principal es el acentuado y abrupto contraste de trazos y remates rectos, lo que origina fuentes elegantes a la vez que frías. Sus caracteres son rígidos y armoniosos, con remates finos y rectos, siempre del mismo grueso, con el asta muy contrastada y con una marcada y rígida modulación vertical. Resultan imponentes a cuerpos grandes, pero acusan cierta falta de legibilidad al romperse los ojos del carácter, al componerse a cuerpos pequeños y en bloques de texto corrido. Ejemplos destacables podrían ser Firmin Didot, Bodoni, Fenice y Modern Nº 20.

Mecanos: son un grupo aislado que no guarda ninguna semejanza constructiva con el resto de los tipos romanos con remate, tan solo el hecho de poseer asiento sus caracteres. No tienen modulación ni contraste. Entre sus fuentes podemos destacar Lubalin y Stymie.

Incisas: otro grupo aislado dentro de las romanas, al igual que las mecanos, son letras en la tradición romana más antigua, ligeramente contrastadas y de rasgo adelgazado ahusado. No se puede hablar de remates, pero sus pies abocinados sugieren, tal como ocurre con las serif, una línea imaginaria de lectura. Su ojo grande y sus ascendentes y descendentes finos, hacen de él un tipo que, aunque es extremadamente difícil de digitalizar, es muy legible a cualquier cuerpo. A pequeña escala, puede confundir y parecer de palo seco al perderse la gracia de su rasgo. Como ejemplos podemos citar las fuentes Alinea y Baltra.

Palo Seco

Las fuentes Palo Seco se caracterizan por reducir los caracteres a su esquema esencial. Las mayúsculas se vuelven a las formas fenicias y griegas y las minúsculas están conformadas a base de líneas rectas y círculos unidos, reflejando la época en la que nacen, la industrialización y el funcionalismo.


También denominadas Góticas, Egipcias, Sans Serif o Grotescas, de dividen en dos grupos principales:

Lineales sin modulación: formadas por tipos de un grosor de trazo uniforme, sin contraste ni modulación, siendo su esencia geométrica. Admiten familias larguísimas, con numerosas variantes, aunque su legibilidad suele ser mala en texto corrido. Ejemplos de este tipo serían Futura, Avant Garde, Eras, Helvética, Kabel y Univers.

Grotescas: caracterizadas porque el grosor del trazo y el contraste son poco perceptibles y por ser muy legibles en texto corrido. La principal fuente de este tipo es Gill Sans.

Rotuladas


Las fuentes rotuladas advierten más o menos claramente el instrumento y la mano que los creó, y la tradición caligráfica o cursiva en la que se inspiró el creador.



Existen tres grupos principales de fuentes rotuladas:

Caligráficas: aglutina familias generadas con las influencias más diversas (rústica romana, minúscula carolingia, letra inglesa, caracteres unciales y semiunciales), basadas todas ellas en la mano que las creó. Con el tiempo la escritura caligráfica se hizo cada vez más decorativa. En la actualidad se utiliza en invitaciones a ceremonias o determinados acontecimientos. Como ejemplos de este tipo podemos citar las fuentes American Uncial, Commercial Script, Cancelleresca Seript, Bible Seript Flourishes, Zapf Chancery, Young Baroque.

Góticas: de estructura densa, composición apretada y verticalidad acentuada, manchan extraordinariamente la página. Además, no existe conexión entre letras, lo que acentúa más su ilegibilidad. Ejemplos de este tipo son Fraktur, Old English, Koch Fraktur, Wedding Text, Forte Grotisch.

Cursivas: suelen reproducir escrituras de mano informales, más o menos libres. Estuvieron muy de moda en los años 50 y 60, y actualmente se detecta cierto resurgimiento. Ejemplos: Brush, Kauffman, Balloon, Mistral, Murray Hill, Chalk Line y Freestyle Script.


Decorativas

Estas fuentes no fueron concebidas como tipos de texto, sino para un uso esporádico y aislado.


Existen numerosas variaciones, pero podemos distinguir dos grupos principales:

Fantasía: similares en cierto modo a las letras capitulares iluminadas medievales, resultan por lo general poco legibles, por lo que no se adecuan en la composición de texto y su utilización se circunscribe a titulares cortos. Ejemplos de este tipo son las fuentes Bombere, Block-Up, Buster, Croissant, Neon y Shatter.

Época: pretenden sugerir una época, una moda o una cultura, procediendo de movimientos
como la Bauhaus o el Art Decó. Anteponen la función a lo formal, con trazos sencillos y equilibrados, casi siempre uniformes. Muy utilizados en la realización de rótulos de señalización de edificios y anuncios exteriores de tiendas. Ejemplos de este grupo son Futura, Kabel, Caslon Antique, Broadway, Peignot, Cabarga Cursiva, Data 70, LCD, Gallia.

Variantes de una familia

Dentro de cada familia, las variables tipográficas permiten obtener diferentes soluciones de color y ritmo. Las variables constituyen alfabetos alternativos dentro de la misma familia, manteniendo un criterio de diseño que las "emparenta" entre sí.


Las variaciones de una fuente se obtienen modificando propiedades como:

El cuerpo o tamaño: mayúsculas, minúsculas y capitales.
El grosor del trazado: ultrafina, fina, book, redonda, media, seminegra, negra y ultranegra.
La inclinación de los ejes: redonda, cursiva e inclinada.
La proporción de los ejes: condensada, comprimida, estrecha, redonda, ancha, ensanchada y expandida.
La forma del trazado: perfilada, sombreada, etc.

Otras variantes de una fuente incluyen versalitas, números, números antiguos, símbolos de puntuación, monetarios, matemáticos y misceláneos, etc.
Algunas familias poseen muchas variaciones, otras sólo unas pocas o ninguna, y cada variación tiene un uso y una tradición, que debemos reconocer y respetar.

Fuentes Serif y fuentes Sans Serif

Una clasificación de las familias de fuentes mucho más general que la DIN 16518-AtypI, pero muy utilizada en medios digitales, es la que divide las familias tipográficas en Serif y Sans Serif.

Las fuentes serif o serifas tienen origen en el pasado, cuando las letras se cincelaban en bloques de piedra, pero resultaba difícil asegurar que los bordes de las letras fueran rectos, por lo que el tallador desarrolló una técnica que consistía en destacar las líneas cruzadas para el acabado de casi todas las letras, por lo que las letras presentaban en sus extremos unos remates muy característicos, conocidos con el nombre de serif.


Otra particularidad común de las fuentes serif, derivada del hecho de que las tipografías romanas se basaban en círculos perfectos y formas lineales equilibradas, es que las letras redondas como la o, c, p, b, etc, tienen que ser un poco más grandes porque opticamente parecen más pequeñas cuando se agrupan en una palabra junto a otras formas de letras.
El grosor de las líneas de las fuentes serif modernas también tiene su origen en la historia. Las primeras se realizaron a mano implementando un cálamo, permitiendo la punta plana de la pluma distintos grosores de trazado. Esta característica se ha conservado por la belleza y estilo natural que aporta a las letras.

Las fuentes serif incluyen todas las romanas. Son muy apropiadas para la lectura seguida de largos textos, ya que los trazos finos y los remates ayudan al ojo a fijar y seguir una línea en un conjunto de texto, facilitando la lectura rápida y evitando la monotonía.

Como ejemplos de fuentes serif podemos citar Book Antiqua, Bookman Old Style, Courier, Courier New, Century Schoolbook, Garamond, Georgia, MS Serif, New York, Times, Times New Roman y Palatino.

Las fuentes sans serif o etruscas hacen su aparición en Inglaterra durante los años 1820 a 1830. No tienen remates en sus extremos (sin serif), entre sus trazos gruesos y delgados no existe apenas contraste, sus vértices son rectos y sus trazos uniformes, ópticamente ajustados en sus empalmes. Representan la forma natural de una letra que ha sido realizada por alguien que escribe con otra herramienta que no sea un lápiz o un pincel.

Asociados desde su inicio a la tipografía comercial, su legibilidad y durabilidad los hacían perfectos para impresiones de etiquetas, embalajes, envolturas y demás propósitos comerciales. Aunque este uso motivó que fueran despreciados por aquellos que se preocupaban por los tipos bellos y la impresión de calidad.
Poco a poco las fuentes sans serif fueron ganando terreno a las serif. Una de las razones de su triunfo fue que los modernos métodos mecánicos de fabricación de los tipos estaban especialmente bien adaptados para este particular estilo de letra. Otro, que la ausencia de remates y sus trazos finos las hacían muy apropiadas para letras grandes usadas en unas pocas palabras para ser vistas a una cierta distancia, como es el caso de rótulos, carteles, etc., elementos de comunicación cada vez más en auge.

Las fuentes sans serif incluyen todas las Palo Seco, resultando especialmente indicadas para su visualización en la pantalla de un ordenador, resultando muy legibles a pequeños tamaños y bellas y limpias a tamaños grandes. Sin embargo, no están aconsejadas para textos largos, ya que resultan monótonas y difíciles de seguir.
Entre las fuentes sans serif se encuentran Arial, Arial Narrow, Arial Rounded MT Bold, Century Gothic, Chicago, Helvetica, Geneva, Impact, Monaco, MS Sans Serif, Tahoma, Trebuchet MS y Verdana.


Vocabulario 

- Mediantil: En una publicación de dos o más hojas, la zona donde se pliega el papel. A veces, por extensión, el margen interior entre el texto o imagenes y el medianil en si.




- Sangría: En tipografía, desplazar el inicio de una o más líneas con respecto al de las demás líneas de un bloque de texto. La sangría más usual es la que reduce el tamaño de una línea (una especie de "mordisco", de ahí el nombre de "sangría"). 
Las sangrías son un recurso muy usual en tipografía. Bien usadas ayudan a la legibilidad de los textos y prestan interés a la lectura ayudando a introducir gráficos u otros elementos cerca de los textos generales.
- Viuda: Es una linea llamada línea viuda que, siendo la última de un párrafo, aparece al principio de la página o columna siguiente, por lo que se muestra aislada de su contexto y, por norma general, seguida de una línea en blanco que la separa del siguiente párrafo.

huérfana: Es una linea llamada línea huérfana que es la primera línea de un párrafo que aparece al final de la página o columna, cuyo párrafo continúa en la siguiente página o columna, quedando aislada del resto de su párrafo.

- Capitular: En composición tipográfica latina, un carácter especialmente grande con el que se comienza un párrafo. En buena tipografía, es costumbre no usar signos de puntuación como capitulares. Sin embargo, en algunos casos, se dejan de lado las comillas, que se colocan a un cuerpo más reducido (aunque en español la costumbre es no ponerlas).


- Destacado focal: Un punto focal es un área destacada de nuestro diseño web con el propósito de guiar la atención del usuario. El foco central es normalmente el área más llamativa de nuestro diseño y se distingue de los otros elementos de la web.



- Tracking: Llamamos tracking al espacio que existe entre los diferentes caracteres. Si ampliamos la medida del tracking, el tamaño de nuestro texto aumentará sensiblemente al contener más espacio entre cada letra.

- Kerning: El kerning sin embargo sería la distancia que existe entra cada palabra o conjunto de caracteres. De esta forma al aumentar el kerning conseguiremos un mayor espacio entre cada palabra sin aumentar el tamaño entre cada carácter.

- Entradilla: En periodismo, el párrafo que presenta e introduce un artículo o reportaje. Aunque no es obligatorio, suele ir en tipografía levemente distinta al resto del artículo y, a veces, se coloca aparte —especialmente en las revistas—.

Géneros periodísticos: En general, podemos decir que los géneros periodisticos guardan una estrecha relación con el objetivo final del comunicador. Estos objetivos pueden ser tanto informar, como interpretar (opinar) o, simplemente, entretener.


Bibliografía

https://desarrolloweb.com/articulos/1626.php
https://www.paredro.com/elementos-importantes-en-el-diseno-editorial/
http://www.glosariografico.com/search/node


FRACTAL


Un fractal es un objeto geométrico en el que se repite el mismo patrón a diferentes escalas y con diferente orientación. El término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot en 1975 y deriva del latín fractus, que significa quebrado o fracturado.








Los fractales son la representación geométrica de una expresión analítica. Toda representación geométrica tiene una expresión analítica detrás y toda expresión analítica puede ser representada gráficamente.






Ejemplos de fractales


















MANUAL DE IDENTIDAD CORPORATIVA

Realizado en el pr...